Como dicen los habitantes de las tierras del Delta del Ebro
“el rio es vida”. Somos gran parte de nuestro organismo “agua”. Podemos vivir
gracias al agua, sin ella no podríamos vivir. Aunque sea repetitiva no hay más.
Por tanto, debemos de tener en cuenta la importancia que tiene para sobrevivir, y por ello hemos de utilizarla con su mesura.
El cambio climático es una evidencia y un hecho.
Por ello, hemos de actuar. ¿Cómo hacer frente a esta verdad
que nos acecha? El malbaratamiento del agua tenemos de eliminarlo. Todos y todas
hemos de ponernos a trabajar.
Los pantanos cada vez están más vacíos. La escasez del agua
provoca que no podamos regar nuestros huertos de hortalizas y frutos, con los
cuales vamos a nutrirnos y alimentarnos. Cosa que no es broma.
Sin frutas ni hortalizas ni cereales no podemos vivir. Sin
cereales no podemos hacer ni pan, ni pasta, etc. Además, los animales como el
ganado se alimentan de cereales. Si no podemos alimentar a los animales, no
podemos sacrificarlos y, por tanto, alimentarnos con ellos. Como puedes darte
cuenta, todo es una cadena que empieza con el agua.
Por tanto, vamos a ponernos a trabajar y a dar la importancia que tiene el agua.
M.Eva.R.