- ¿Nombre?
- Peter O’Brien.
- A ver, decídase.
- Hola, he venido a tatuarme “tres tristes tigres comen trigo”.
- ¿En dónde?
- En un trigal.
- Voy a bailar a la pista de braile.
- Será de baile.
- Es que voy muy ciego, tía.
- Señor Aquiles, ¿pagará con tarjeta de crédito o en efectivo?
- ¿Aceptan talones?
- ¿Qué tal he hecho el examen de levitación?
- Está usted suspendido, enhorabuena.
- ¿El señor va a comer cocido?
- Dodalmente.
- Tú no te das cuenta, pero te tengo en el bote.
- Cállate y rema imbécil.
- ¿Cuánto te ha costado la terapia para dejar de pensar en comida a todas horas?
- Pimientos euros.
- Vivieron felices y comieron perdices en un chalet en Alcobendas.
- Vaya final…
- Es la Moraleja.
Dos mafiosos llevan a una sala de torturas a un hombre y dentro hay un negro de dos metros muy musculoso.
Los mafiosos le dicen al negro:
- Señor negro, a este le das por el culo porque se ha reído del jefe.
A lo que el Sr negro responde:
- Muy bien, dentro de un rato lo hago.
Y la victima implora:
- ¡No, por favor! ¡no! ¡que dirán de mi, mí mujer, mis amigos, mis hijos! ¡Esto es indecente!…
Entonces los mafiosos entran a otro hombre y le dicen al torturador:
- Sr. Negro, a éste le arrancas la lengua y los ojos por chivato…
A lo que el negro responde:
- Muy bien, dentro de un rato lo hago…
Después, los sicarios entran con otra victima a la sala de torturas y dicen:
- Sr. Nnegro, a éste le cortas los cojones, la polla y las manos porque ha abusado de la hija del jefe…
Entonces la primera victima le dice al señor negro:
- Sr. Negro, no se olvide de que a mi solo me ha de dar por el culo, ¿eh?
Shinozuque Nohara
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