VIAJE A EXTREMADURA

Extraída de: http://www.tarraconensis.com/Merida/acueductosyembalses.html

Salimos de Barcelona a Extremadura en dos coches pasando por Zaragoza, Madrid, y nos alojamos en una casa de unos amigos en un pueblo llamado Santa Ana (Cáceres). Hacía mucho calor, era el mes de agosto. Visitamos Trujillo, Mérida, Los Santos de Maimona, Badajoz, Cáceres, La Vera, Zafra y su parador nacional, un pueblo deshabitado llamado Granadina, en este había muchos árboles de granadas. Estaba todo en ruinas o cerrado como el Ayuntamiento, la iglesia, todo vacío, un pueblo fantasma.

Impresionante Mérida, el acueducto y el teatro Romano donde vimos un espectáculo teatral mitológico, numerosas ruinas romanas, de la época de Jesucristo, incluso del siglo séptimo antes de Cristo, un puente que cruzaba el Guadiana, la mayor basílica de España la Virgen de Guadalupe. Ésta tenía varios mantos y tres coronas hechas de oro, plata y piedras preciosas. Extremadura, en general, estaba llena de iglesias y museos.

Estuvimos en las Minas de Logrosán, donde extraían los fosfatos para hacer abono. Se estaba muy fresquito porque estaba bajo tierra y se bajaba en ascensor. Los antiguos mineros contraían enfermedades pulmonares por las malas condiciones laborales y poca higiene. También vimos unas piscinas naturales donde nos bañamos.

Para comer estaba muy bueno el cochinillo ibérico, el jamón, el queso, los embutidos, el secreto del cerdo y la famosa Torta del Casar. El clima era muy caluroso durante el día y fresquito por la noche. Se podía dormir bien.

En la casa de mi amiga había un arco romano en su habitación. No lo podía tocar, ya que es un patrimonio nacional, lo que me pareció muy curioso.

ANTONIO MURILLO ANTING