1. Partimos de una botella de plástico. Por ejemplo, de un refresco.
2. Quitamos la etiqueta con agua caliente y jabón.
3. Recortamos la botella por la mitad y damos forma a las orejas.
4. Pintamos el plástico con pintura blanca.
5. Cuando esté bien seco, pintamos los detalles del gato con pintura o rotuladores.
6. Ahora ya podemos colocar directamente la planta o una maceta que encaje. Si ponemos la planta directamente deberemos hacer agujeros en la parte de abajo para que drene el agua.
A mí me ha encantado el resultado ya que da mucha vida a una simple maceta y se tarda muy poco en hacerla.
Eulàlia Torné
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