Este articulo está basado en otro que ha aparecido en la prensa y expresa la opinión de un alemán hijo de inmigrantes respecto a la petición de mano de obra especializada que parece necesitar el país germano, expone pros y contras, siendo Alemania el país más avanzado y potente de Europa y a pesar de tener una enseñanza privilegiada sobretodo a lo que en formación profesional se refiere, el caso es que todavía necesita mano de obra especializada para seguir con su crecimiento económico que desde siempre parece imparable. Para esta gente los inmigrantes son trabajadores invitados cosa que puede parecer positivo para ellos, pero después surge el problema de los que ya han nacido en Alemania; hijos e incluso nietos ya de estos inmigrantes. No hay que confundir las cosas, salvo excepciones esta gente resulta bien tratada y tiene los mismos derechos e obligaciones de los naturales del país “no se si pueden votar “ pero van a un país civilizado y se comportan y son tratados civilizadamente, como por ejemplo los españoles que no es por decir, son de los trabajadores más apreciados por su trabajo y porque no acostumbran a formar ghettos culturales o religiosos y tampoco acostumbran a delinquir. El problema puede ser para ellos, los turcos por su número y afluencia y por su cultura y religión o costumbres totalmente diferentes a los locales, produciéndose aquí sí ghettos y en un ambiente enrarecido pueden surgir fenómenos como los neonazis, si no los había ya desde antes, a pesar de lo que pesa la propia historia del país.
Los alemanes como los suizos, holandeses o belgas suelen ser de un trato exquisito, pero parece que no integran a los de fuera en su cultura o nación, puede ser por miedo al mestizaje, herencia que podría venir del nazismo o incluso antes, o pudieran ser más estrechos de miras.
Puede que los que piensen así pueden incluso tener razón y el mestizaje pueda ser el principio del fin, aquí en España e incluso entre regiones quizá sea así, o la otra versión es que esto produce un algo nuevo y enriquecedor, siempre que los recién llegados no sean una cultura agresiva que busca imponerse y no asimilarse como a veces pasa. Tampoco el idioma ayuda demasiado y los alemanes tienen además fama de cabezas cuadradas, no solo aquí sino en media Europa.
Siendo su personalidad o carácter así como pueblo, puede ser difícil aceptar el de otra cultura o que esta se asimile. Por lo tanto nos encontramos con una difícil disyuntiva: ser cerrados y conservar para bien o para mal lo nuestro, o bien abrirse y ver lo que nos depara el futuro con el aire nuevo que entre en el país, o sino más vale malo conocido que bueno por conocer. Es una disyuntiva extrapolable a muchos países incluido el nuestro y no voy a expresar mi opinión general porque no creo que sea lo adecuado para est artículo.
Todo esto que he escrito puede dar pie a un debate o a que personas más cultas o sabias que yo nos expresen su opinión, lo que daría pie a opiniones enriquecedoras que harían que este pequeño escrito mereciera la pena, si acaso lo leen no se corten y opinen, por lo que a mí respecta en algunas cosas o en mi forma de pensar no tengo las ideas muy claras y un poco de aire fresco incluso a mí me iría muy bien.
E.
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