Extreta de: https://www.nationalgeographic.com.es/temas/everest
Paisaje helado de rocas gigantes y escarpadas, erosionadas por ríos y glaciares. Asiduo es el viento que se enfurece y ruje creando remolinos y corrientes. Después de mucho esfuerzo es sublime llegar a la cima y mirar el horizonte. Esa perspectiva pura y privilegiada que otorga el poder de ver las tormentas antes de que estén demasiado cerca. Sólo es necesario un resistente refugio lo bastante sólido para recibir las brutales envestidas de las inclemencias del tiempo. Los que están en el fondo del valle sueñan con esa cumbre y sólo pueden saber que se acerca la tormenta observando y guiándose por el comportamiento de las aves que vuelan más alto.
Per Simó Gracia
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada