¿Qué es no llegar a final de mes en definitiva? No tener el dinero suficiente para cubrir las necesidades mínimas económicas.
En estos tiempos, la mayoría tenemos alguna cuestión dental, que dejamos para mucho más adelante, porque no nos podemos permitir acudir a un dentista privado.
Los transportes públicos son de un importe elevadísimo, y yo no soy vigilante de nadie, pero ya se observa a muchísima gente que no se lo puede permitir, o no quieren permitírselo. ¡Cada uno tiene su propia historia!
Las casas familiares hablan por sí mismas. El índice de solvencia familiar varía y cifra la capacidad con que cada hogar puede o no puede afrontar los gastos. Hemos de hacer cábalas y ecuaciones para llegar a unos mínimos. Porque cuando hay dinero no es el valor más importante, otro sería la salud. Pero cuando no hay dinero, se convierte prácticamente en indispensable y repercute en la calidad de vida (ansiedad, depresión, etc.). En muchos hogares se ha deteriorado la salud por no poder comprar los medicamentos necesarios. Y el día a día se convierte en una carrera de obstáculos.
El conflicto bélico de Ucrania ha enmascarado la subida de luz, del agua, la compra del supermercado y el combustible. También nos ha hecho más pequeños. Además, con la continuación de esta guerra, la crisis energética va a empeorar, con el agravante de que parte del mundo depende de su materia prima.
Somos un Mundo Global y cada acción que se toma repercute en la economía mundial. Remontar esa situación requiere años y decisiones políticas, que a veces no llegan a consenso. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie, seguimos haciendo números día a día.
Débora Andrés