26 de maig del 2025

SOY AHMED

Extraída de: https://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_de_Marruecos

Hola, me llamo Ahmed. Tengo 32 años. Soy de Marruecos y soy de Tànger. Me gusta mucho el deporte, el futbol. Soy del Barcelona y me gusta mucoo ese equipo. Este año el Barcelona ha ganado la Copa del Rey y la Liga y estoy muy orgulloso del Barcelona. 
Me gustan las dos selecciones de España y de Marruecos. Son los mejores del mundo y me gustaría que ganese Marruecos la Copa de Áfric. Este diciembre, si Marruecos gana la Copa de África, será la segunda de su historia.
También me gusta viajar por el mundo. Me gusta mucho este país que es España. LLevo casi 25 años aquí. Antes vivía en Lleida, pero no gustó nada. Es mejor Premiá de Mar, porque en verano hay fiestas y hay playa. Por eso me gusta y también me gusta mucho mi país, que es Marruecos. Cada año bajo y me lo paso bien con mis primos. Me gustaría ir a Egipto es muy bonito. 

Ahmed

UN ELEFANTE EN UNA CACHARRERÍA

Extraída: https://archive-share.america.gov/es/que-sucederia-si-nunca-se-volviera-a-ver-un-elefante/index.html 

Cuando se nos cruza una ráfaga de ideas es difícil quitarla. No es “cabezonería”, simplemente una conversación pura y dura del “yo interior, de la conciencia” que se retuerce tras el ego. La verdad, tenemos tantas caras … Ahora las llaman postureo. Son como capas de cebollas, una protección invisible. Que no somos conscientes de como llegamos a ser o hacer.

La vida nos enseña a vernos en la tesitura de buscar una identidad propia. Por alguna causa o razón vamos dejando mendrugos de pan, para que no se quede el pensamiento en el olvido, en el camino. Hay tantas direcciones por coger, senderos, y atajos por andar... ¡No importa! ¡perderse en él, si la dirección la tienes, tú, o no la tienes, empieza a caminar! A veces vamos como un bailarín dando vueltas en un tiovivo. ¿Es incontrolable o no? Pero no somos conscientes, todo es tan obvio… tan esperado… Tan perfecto que la adrenalina se dispara. Esperas el momento, pero… ¿qué momento?, ¿perderte?

Esperando lo inesperado ¿qué esperas? Esa impaciencia que no te deja apreciar y te sabotea los momentos para arruinarlos. No te deja ver lo más sencillo de la vida. Nos complicamos la vida yendo de flor en flor para que las emociones no nos afecten cuando es imposible. Somos nosotros, marionetas de la emoción, en un mar de dudas con sentimientos. Sin dejar de escuchar a lo que realmente está pasando por el ruido. Poco a poco se nos va anudando el estómago, como la cuerda de un reloj que nunca es capaz de dar la hora exacta. Pero sabes, los minutos que se retrasan. Pero siempre a su hora exacta, que vaya cinco minutos tarde no quiere decir que no sepa la hora exacta. Y que vaya retrasado. Pero las máquinas no se emocionan. Si te paras a pensar... distintos lugares, distintas personas, distintos caminos… ¡Relájate en el viaje de tu vida! Y no vayas como un elefante una cacharrería.

Mª Paz

19 de maig del 2025

ISA

Extreta de: https://www.freepik.es/foto-gratis/mujer-segura-si-misma-pelo-rizado-posando_14478580.htm#fromView=search&page=1&position=16&uuid=8ffdcfb9-26f1-4e49-b10a-afeabe1662f5&query=joven+negra+con+cabello+afro

Isa caminaba sola por la calle, era muy temprano y hacía frío. Los comercios y bares de la zona recién abrían sus puertas o alzaban sus persianas, se oía alguna voz, un arrastrar de sillas y mesas para preparar las terrazas... Notaba el peso de la bolsa de plástico, sentía cómo si le cortase los dedos. Llevaba algo de fruta fresca que le encantaba para comer. Recuerdos del Caribe. Frutas exóticas… Mango, Aguacate, Cocos y los ricos Mamoncillos que tanto le gustaban, quizá una Chirimoya, Caimitos o Guayabas… Todo aquello que le recordase a casa. No era fácil encontrar todo lo que hubiese querido, pero en la cercana Boquería había un puesto donde tenían todo tipo de fruta. Realmente disfrutaba yendo allí cuando había fulitas. El hijo de la dueña, Herminia, al que ella conoció de chama y no mucho más que de vista, acabó siendo delegado comarcal de la Falange. Armando creyó recordar que se llamaba. Un tipo grande, anodino con unas gafitas redondas y un bigotito fino. Curiosas vueltas que daba la vida. Pensó en ello mientras caminaba. ¿Dónde habría ido a parar? Nunca te hubieras imaginado que alguien como él acabaría acabando donde acabó. Una lástima, porque no era mal chaval, ideas equivocadas. ¡Total! Un desperdicio. Éste y otros muchos pensamientos le acompañaban en su camino. Tras un cuarto de hora a paso ligero llegó a un portal casi invisible, humilde pero limpio, metió la llave en la cerradura mirando siempre a los lados antes de entrar. El Barrio Chino era por aquel entonces un lugar donde había que ser precavido, no todo el mundo era de fiar y los yonkis, cuando no tenían para meterse su dosis eran capaces de todo. Se volvían cómo locos, y con su ondular zombi se te pegaban cómo una lapa intentando conseguir algo de ti, siendo muy difícil quitártelos de encima. Lo bueno del barrio era que era barato, aunque peligroso. Isa lo sabía perfectamente y obraba en consecuencia. Subió las escaleras hasta el segundo piso, notando como se abría la mirilla de Doña Asun, sintiendo su mirada en la nuca. Luego, al cerrar... un clac repentino. Siempre lo hacía. Justo delante le esperaba la puerta de su casa, abrió y por fin dentro pudo soltar la bolsa, abriendo y cerrando la mano dolorida para reactivar la circulación. Justo en la sala le esperaba aquel sillón que dos chicos le ayudaron a subir de la calle, donde dormitaba al lado de un contenedor de la basura, aunque sin estar en muy mal estado. Tampoco podía ser muy exigente. Cansada, se sentó, o más bien se dejó caer en el sillón. Apenas recordaba la cantidad de hombres que navegaron sus caderas la noche anterior, siempre le ocurría. Pasado el tercero, los demás se difuminaban en su memoria. Llevaba haciendo esto desde los dieciséis años, incluso antes de ser temba. Mayor de edad, que dirían en España. Primero en Cuba, siendo una bella joven que siempre tenía una clientela constante de yumas. Gringos arrogantes y prepotentes, y Europeítos en principio más civilizados, pero que en cuanto pisaban la isla y veían el mercado femenino que tenían a su alcance, olvidaban su supuesta civilización y educación superior de la que solían hacer gala, y pecaban. Para ella eran todos iguales. La titulación universitaria en Cuba no te garantizaba poder trabajar de aquello para lo que habías estudiado. No conocía otra cosa. En su país le llamaban jinetera, aquí puta, y ninguno de los dos términos le gustaba. Tampoco le interesaba ni quería recordar nada. Se sentía sucia, usada, y sabía que esa misma noche volvería a iniciarse la rueda infernal que se repetía una y otra vez. Necesitaba la plata, la maldita plata. Al final todo se reducía a eso. Y quería huir, escapar… Salir de este círculo vicioso que nunca cesaba, quitarse esa soga del cuello. Volver a casa, limpia y libre. Quería...

Isa despertó con un sobresalto que fue incluso físico. Prácticamente botó en el sillón. Le invadió una sensación de inquietud y malestar cuando vio la luz que entraba por la ventana del salón, luminosa por la mañana, pero gris en ese momento. Se dio cuenta de que se había dormido y no sabía ni la hora que era, pero sí sabía qué había faltado a su jornada en el supermercado donde trabajaba de día. Supuso, sin mucho temor a equivocarse, que iba a ser despedida. Eso significaba muchas cosas, y ninguna buena.

Desanimada se dirigió a la cocina donde se sirvió algo de fruta en una fuente. Volvió al salón dejándola sobre la mesa, con sus cuatro sillas de las que solo se usaba una, que apartó para sentarse a comer. Masticó la fruta de mala gana, su ánimo no le permitió siquiera disfrutarla. ¿Cómo iba a disfrutar de la comida si no sabía que iba a ser de ella en una semana? Su ‘trabajo’ de Jinetera no le alcanzaba para pagar el alquiler, las facturas, la comida y su vida en general. ¿Qué iba a hacer ahora?

Sintió la más pura desolación. Sabía por experiencia que no existían los príncipes azules. Nadie vendría a rescatarla.

En Cuba todas las mujeres sabían que, si se preñaban, el padre desaparecía. Era un hecho consumado y todas ellas lo sabían. Si la vida ya era difícil para el cubano de a pie, la mujer siempre se llevaba la peor parte. Podría decirse que esto era así en casi todo el mundo.

Por supuesto, tu vida resultaba mucho más sencilla si comulgabas con los Castristas. Lo que, en un principio, la revolución de los barbudos fue una respuesta contra la injerencia de los EE.UU. Una negativa total a ser el patio trasero de América, su sala de fiestas, casinos y prostíbulos, pronto se convirtió en otra dictadura en la que los afines vivían bien, pero los que no… apenas podían. Cómo ella, muchas mujeres huyeron de la isla, buscando fuera lo que nunca podrían tener dentro.

Ella eligió España como patria hermana, luego se dio cuenta de que era más bien hermanastra. Problemas parecidos dando igual el lugar o el sitio.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   Telémaco                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

SOLEDAD

 

Extreta de: https://www.gq.com.mx/cuidado-personal/articulo/soledad-como-se-siente-por-que-sucede-psicologos

Hoy quiero hablarte de la soledad y sus múltiples formas que revolotean por todos nosotros.

Pero no de aquella soledad del momento instantáneo que no causa dolor que dura como un suspiro. Ésta es indolora no te atrapa, tal como vine se va y casi ni te has dado cuenta de su existencia.

Tampoco quiero hablarte de la soledad del bullicio Es aquella que se siente muy profunda a pesar de estar rodeado de gente. ¿Quién no la ha sentido en esta sociedad bulliciosa y sin alma en ocasiones?

Ni de la soledad del amor o desamor, cuando anhelas tener un te quiero. ¿Cómo estás?...

Tampoco de la soledad buscada, supuestamente decidida y meditada. Ésta se supone que no causa dolor, aunque yo lo dudo, en algún momento el arrepentimiento te atrapa.

Ni de la soledad del nido vacío, cuando tus hijos se van de tus alas y dejan un gran agujero en tu interior que es difícil de suplir.

Yo quiero hablarte de la soledad que te devora, aquella que se mete en tu piel y avanza sin compasión hasta lo más hondo de tu ser. Y te destruye lentamente y sin darte cuenta estás sumido en un gran vacío del cual no encuentras manos para salvarte del agujero al cual, sin querer, has ido a parar.

Esta soledad destruye. Por eso no la mires cuando venga. ¡Recházala! ¡Ni la busques! Porque puede ser tu mayor enemigo, y te devorará hasta lo más hondo de tu ser.

De esta soledad te quería hablar desde el principio, y es un enemigo del cual debes huir y alejarte lo máximo posible.

Ella no te dará felicidad.

Anuska

5 de maig del 2025

CANTABRIA, UN LUGAR MARAVILLOSO PARA VIAJAR

Esta preciosa Comunidad Autónoma está situada al norte de España, bañada por el mar Cantábrico.

Es una comunidad pequeña pero llena de bellos paisajes, colores verdes intensos, hayedos, ríos y por supuesto el azul del océano Atlántico.

Cantabria cuenta con una riquísima y variada gastronomía. Desde todo tipo de pescado y marisco, como las famosas anchoas, pasando por sus populares rabas, almejas, percebes, langostas, bogavantes hasta llegar a su riquísima carne derivada de la raza autóctona de la vaca Tudanca y, sin olvidar, su sabroso cocido Montañés.

En mi viaje por Cantabria descubrí pueblos preciosos, con un encanto maravilloso así, que os contaré un poquito sobre ellos.

El primero que visite fue SUANCES que era dónde estaba alojada, en un hotel pequeñito, pero con encanto. Desde las ventanas de la cafetería podía ver la Ría de San Martín y observar con gran curiosidad, dependiendo de la hora del día, como subía o bajaba enormemente su caudal. Algo que también me gustó mucho del hotelito fue el hecho de que tuviese una piscina climatizada, ya que por muy hermosa que sea Cantabria, bañarte en sus playas es casi una misión imposible por lo frío de sus aguas. (Al menos para mí).

Suances es un pueblo donde puedes ver y recorrer muchos sitios de interés, tales como el paseo marítimo donde puedes encontrar tiendas y variedad de restaurantes ricos para comer.

Otros sitios de interés y que me enamoraron fueron la Playa de los Locos, afamada localización surfera. Aquí encontrareis el faro, junto a él, el mirador del Torco, el mirador del castillo, desde él se divisa perfectamente la Playa de los Locos y sus acantilados.

Mi siguiente parada, SANTILLANA DEL MAR conocida popularmente como la villa de las tres mentiras porque no es ni santa, ni llana, ni tiene mar.

Es un territorio habitado desde la prehistoria, prueba de ello es la cueva de Altamira.

El encanto de Santillana de Mar está en sus calles empedradas y casas medievales. Para mí, fue como hacer un viaje en el tiempo.

Además, puedes encontrar tiendecitas con mucho encanto y restaurantes dónde comer de maravilla.

Mi recorrido por Cantabria me llevo a la villa de COMILLAS.

Cómo curiosidad os contaré que Comillas fue considerada la capital de las villas marineras en la pesca de la ballena siendo el último puerto ballenero del Cantábrico y el más pequeño, y por eso está registrado en El libro Guinness de los Récords.

Pero para seros sincera yo lo que deseaba visitar de esta villa era El Capricho de Gaudí, es un edificio modernista y como su nombre indica fue proyectado por el famoso arquitecto Antoni Gaudí.

El Capricho fue elegido mejor monumento del mundo en 2023.

No soy capaz de describiros con palabras esta maravilla arquitectónica, por eso, os aconsejo ir a verlo con vuestros propios ojos.

Mi ruta por Cantabria prosiguió por SAN VICENTE DE LA BARQUERA.

Una villa marinera muy turística donde encontrar, si te gustan, variedad de playas.

Recorrí la Puebla Vieja de San Vicente, un espacio lleno de encanto gracias a su iglesia, castillo y los restos de una muralla.

Los puentes tienen también mucho que ver en la belleza de esta villa, desde donde se pueden contemplar los Picos de Europa.

El ambiente marinero de San Vicente de la Barquera se aprecia en su gastronomía, que gira en torno a pescados y mariscos “Espectaculares”.

No podía finalizar mi viaje por tierras cántabras sin hacer una parada en SANTANDER, Capital de esta comunidad.

La ciudad se ordena en torno a un gran Puerto natural, utilizado desde antes del Imperio Romano. En su paisaje podemos contemplar amplios espacios verdes y playas, destacando la zona de Mataleñas y El Sardinero.

En definitiva, volví enamorada de esta pequeña Comunidad Autónoma pero riquísima en belleza y encanto en todos los sentidos.

No sé cuándo, pero volveré sin duda y aconsejo a todo el mundo que haga este viaje una vez en la vida.

Os dejo algunas imágenes para vuestro deleite.


SUANCES



SANTILLANA DEL MAR



COMILLAS



SAN VICENTE DE LA BARQUERA



SANTANDER



Aránzazu L. Simarro