Los vuelos de Barcelona a Venezuela.
El vuelo inicial fue de Barcelona a Roma. Duró una hora y 45 minutos. Después hubo otro vuelo de Roma a Caracas. Éste duró 14 horas. Después de Caracas a Maracaibo, éste duró una hora. Conocí a una pareja de recién casados que iban a Caracas.
En el Aeropuerto de Caracas pasé mucho miedo porque la gente se acercaba a pedir euros para cambiar por bolívares.
Venezuela es un país muy bonito pero muy desorganizado, mal administrado, con un gran índice de violencia y delitos.
Estuve en total 20 días maravillosos. Era agosto y hacía mucho calor. Por la noche, había que dormir con el aire acondicionado y tapado por el frío.
Anécdotas sobre sus lugares.
El lago Maracaibo está contaminado por el petróleo y las aguas fecales. Hay un puente sobre el lago de 10 km de largo.
En la Plaza de la República en Maracaibo y, en general, por todas partes había iguanas que se veían por el suelo y trepando por los árboles.
Venezuela tiene mar, montaña como los Andes, y la mayor caída de agua del mundo desde mil metros de altura: El salto del Ángel.
Impresionantes los manglares, es un ecosistema que sólo existe en países tropicales. El agua del lago Maracaibo es una mezcla de agua salada y dulce y los árboles sobresalen de ella.
Estuve en la Isla San Carlos con una barca, cerca del lago Maracaibo. No te debías bañar porque su agua estaba muy contaminada, no es recomendable bañarse. Se ven peces muertos en la orilla. Se ven los manglares, plantas que crecen en el agua. Me bañé en unas aguas termales y un río por el que bajaba el agua muy limpia. Contenía peces. Estos te quitaban las pieles muertas de los pies. Te hacían la pedicura.
Se puede subir al Lago de Mucubají, que aparece y desaparece. Se sube muy poco a poco por el mal de altura.
Hay una escultura que se llama “La Loca Luz Caraballo”. Es un poema de Andrés Eloy Blanco. Cuenta la leyenda de una mujer que se volvió loca por perder a sus 5 hijos. Una hija se murió en un serrallo (prostíbulo sin agua ni luz). Dos hijos se fueron detrás de un hombre a caballo, se supone que Simón Bolívar.
Anécdotas sobre sus comidas.
El clima favorece el crecimiento de frutas tropicales enormes: sandías, melones, papayas… Algunas frutas que no había visto en mi vida. Tengo que destacar los mamones. Son redondos, del tamaño de una nuez, tiene piel, parece un cítrico pero sólo se chupa. Tiene una pepa (pepita) muy grande.
En Mérida, había una heladería con el récord Guinness del mundo por la cantidad de helados de diferentes sabores: helado de garbanzos, de lentejas, de chorizo…, por poner algún ejemplo.
Uno de los platos más típicos es la arepa. Es una masa de maíz rellena de muchas cosas, la más típica de queso. También se rellena de un revuelto de pimientos con huevo.
Las ayacas se comen por Navidad, es una masa de maíz rellena de frijoles, verduras…
El plátano macho verde se utiliza para hacer tostones. Los tostones son rodajas chafadas y fritas. Si se madura se hacen tajadas, se corta a lo largo y se fríe. Acompaña los platos como guarnición. A veces, hornean el plátano y lo rellenan de queso.
El dulce de papaya se hace hirviéndolas. Se mezcla con panela, que es la melaza de azúcar. También se le pone clavo. A la papaya le llaman lechosa.
Para refrescarse se hace una limonada con limones, panela y agua. Destacan los jugos: mango, guanábana, tamarindo… Habían puestos de cepillados. Es un señor que tiene un puesto con un trozo de hielo. Lo rascan y hacen virutas de hielo y le añaden el líquido de botellas para darle sabor.
En todas las épocas del año se toma sopa de gallina, aunque haga mucho calor. Es un plato muy típico. También se toma sopa de cangreja, porque se ve que la hembra es más gustosa.
Otras anécdotas:
El precio de petróleo entonces era muy barato. No sé si hoy en día está el tema igual o no. Valía un céntimo de euro un litro de gasolina. Como tienen petróleo, la gasolina les sale muy barata.
En cambio, el precio del agua potable es muy caro. Compraban unos botellones de unos 18 litros y no se fiaban y la hervían. Pienso que España es mucho más rica por tener agua potable en el grifo que Venezuela por tener petróleo.
En las farmacias había desabastecimiento de medicamentos.
La moneda, el bolívar fuerte, está devaluada. Antiguamente existía el bolívar pero después Chávez creo el Bolívar fuerte. Un bolívar fuerte equivalía a mil bolívares antiguos. Lo que vale más es el dólar y el euro.
Los carritos por puesto son taxis que se comparten, son más económicos y con una ruta establecida. Hay coches muy viejos y circulan muy desordenadamente, sin respetar los paso de cebra y utilizando el claxon sin parar. El tráfico es un caos, corren mucho…
Hay coches muy grandes y muy viejos de otra época más rica. Hace 50 o 60 años, Venezuela era más rica que España. Supongo que el gobierno en Venezuela está mal administrado. En 2009, su presidente Hugo Chávez y su familia quedaron bien acomodados. Mis contactos venezolanos comentan que eran felices y no lo sabían. Ahora se ha endurecido la vida. De ahí la inmigración de muchos venezolanos a España y otros países.
Los atracos son diarios. Si viajáis a Venezuela, no llevéis joyas ni ropa de marca. Incluso hay víctimas mortales y taxis piratas.
Utilizan palabras diferentes. A los melocotones les llaman duraznos. Un cajón es una gaveta. Un armario, un closed. Estar de pie es estar parado.
Es un verdadero paraíso sobre todo por toda la variedad de frutas y árboles. Muchas de estos yo no los conocía. Había café, cacao, caña de azúcar, naranjas, piñas…
El mal de altura o del páramo se debe a la altitud de más de 5 mil metros. Se recomienda que se mueva uno despacio, comer chocolate…
En general, las personas son muy creyentes y practicantes. Van a la iglesia católica cada día. Las imágenes de las iglesias no están hechas con mármol sino que parecen más de plástico, como los muñecos de aquí. Si fumas en el paseo a una iglesia, la policía te puede llamar la atención.
Los vuelos de Venezuela a Barcelona.
La vuelta casi duró un día entre las escalas y los vuelos. De Maracaibo a Caracas se tardaba una hora. De Caracas a París unas 8 horas. De París a Barcelona tardé una hora y media.
En la vuelta me miraron mucho las maletas. Después de plastificar la maleta me la revisaron y tuvieron que romper los plastificados.
ANTONIO MURILLO ANTING